EFA European election MANIFESTO 2009
Manifiesto de la
Alianza Libre Europea (ALE)
para las
elecciones europeas de junio de 2009
Visión para una
Europa de los pueblos
(no una Europa
populista)
«Todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de
razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.»
(Artículo 1 de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos)
«Todos los
pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho
establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo
económico, social y cultural.»
(Artículo 1 (1)
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU)
Introducción
La Alianza Libre
Europea (ALE) está formada por partidos de naciones, naciones sin estado y
entidades territoriales que poseen un gran sentido de identidad y que desean
hacerse oír con su propia voz en Europa. La ALE aúna 40 partidos
progresistas y tiene representantes en 17 Estados Miembros.
La ALE es un partido
proeuropeo, pero tenemos una actitud crítica ante la forma en que se está
administrando Europa en este momento. Queremos conseguir una Europa más
democrática y descentralizada que esté mejor equipada para hacer frente a los
retos que plantea la globalización. La ALE aspira a alcanzar una Europa de los
pueblos. Tenemos una visión de una Europa armoniosa constituida por una
diversidad de pueblos que trabajan juntos con espíritu de cooperación. Deseamos
proteger la riqueza de nuestra diversidad y beneficiarnos, al mismo tiempo, de
las oportunidades que nos ofrece una Unión más fuerte, y el instrumento
político para lograrlo es la subsidiariedad, que pone el proceso de toma
de decisiones más cerca del ciudadano.
Necesitamos que
las responsabilidades se distribuyan de una forma más justa y más flexible en
un marco de soberanía compartida y el camino para ello es crear un
sistema interconectado en el que todos tengan voz y voto. Propugnamos unas
relaciones de cooperaciones bilaterales eficaces entre la UE y los estados
autónomos y las entidades.
La Alianza Libre
Europea lleva los últimos 30 años defendiendo los derechos de las naciones
sin estado, los pueblos y las regiones. Desde que se celebraron las
primeras elecciones directas al Parlamento Europeo, la ALE viene defendiendo el
derecho a la autodeterminación y el derecho a hablar y proteger las lenguas
nativas y las lenguas históricas. La Unión Europea en la actualidad tiene
27 Estados Miembros y 23 lenguas oficiales. En sus instituciones ahora también
se usan el catalán, el euskera, el gallego, el galés y el gaélico escocés los
cuales, sin embargo, no tienen plena oficialidad. La legitimidad democrática
hace que nuestra causa sea imparable. Para llevar a efecto plenamente nuestros
derechos históricos y mejorar el bienestar social de nuestros ciudadanos y las
economías de nuestros países, necesitamos una representación cabal en Europa. Necesitamos
una Europa de los pueblos.
En un mundo
caracterizado por una interdependencia creciente, la Unión Europea debe
concederles a las regiones y las naciones el lugar que les corresponde. En los
últimos años, hemos asistido a la creación de los estados independientes de
Montenegro (2006) y Kosovo (2008). Escocia, Gales, Cataluña y el País Vasco
van, a su vez, camino de la autodeterminación nacional y de obtener un puesto
propio en la mesa principal de Europa.
El reto al que
ahora nos enfrentamos es lograr una participación aún mayor de todos los
pueblos y las naciones en el proceso político.
Conseguir el
autogobierno, a través de la descentralización, y el reconocimiento de las
identidades de nuestros pueblos: esta es la síntesis natural de nuestra lucha
política. En la ALE queremos que las naciones sin estado, las regiones y los
Estados pequeños trabajen juntos con mayor eficiencia para perfeccionar el
proceso democrático de toma de decisiones en Europa. Queremos una Europa de
los pueblos. La ALE rechaza una Unión Europea monolítica que sustituye los
estados tradicionales y que deja el poder real en manos de los Estados Miembros
más grandes.
En 2009, la ALE
centrará su campaña en dos frentes. Nuestros representantes se han comprometido
a fomentar políticas progresistas. Nos esforzamos por mejorar las
condiciones sociales y la calidad de vida y para conseguir una distribución
más justa de la riqueza. También defendemos el principio del desarrollo
sostenible, que permitirá mejorar la calidad de vida de las personas en un
entorno limpio y energéticamente independiente. Nuestra ideología es acorde con
el deseo de los pueblos de construir un mundo mejor para las generaciones
actuales y futuras.
Sin embargo,
dada la situación constitucional actual de nuestros países, carecemos
del nivel de representación del que disfrutan los Estados Miembros en Europa y,
debido a ello, corremos el riesgo de quedarnos atrás cuando en Europa se toman
decisiones vitales que afectan a nuestro futuro. Esta situación es contraria a
los principios democráticos y por ello trabajamos para conseguir una reforma.
También por este motivo nos movemos fuera del nivel estatal, tanto en el ámbito
nacional como en el regional, y luchamos para conseguir que las naciones sin
estado y los pueblos de Europa gocen de una representación adecuada en todos
los niveles de gobierno que deciden nuestro futuro. Exigimos una Europa de
los pueblos.
Nuestros
partidos miembros son:
Alands Framtid,
Bayernpartei, Bloque Nacionalista Galego, Chunta Aragonesista, Die Friesen,
Enotna Lista, Esquerra Republicana de Catalunya, Eusko Alkartasuna, Fryske
Nasjonale Partij, Libertà Emiliana-Nazione Emilia, Liga Veneta Repubblica,
Ligue Savoisienne, Lithuanian Polish People's Party, Mebyon Kernow, Moravana,
Mouvement Région Savoie, Omo Ilinden Pirin, Partei der Deutschsprachigen
Belgier, Partido Andalucista, Partit Occitan, Partit Socialista de Mallorca i
Menorca Entesa Nacionalista, Partito Sardo d'Azione, Partitu di a Nazione
Corsa, Plaid Cymru-the Party of Wales, Rainbow-Vinozhito, Scottish National
Party, Silesian Autonomy Movement, Slovenska Skupnost, Sociaal Liberale Partij,
Strana Regionov Slovenska, Süd Tiroler Freiheit, Union Démocratique Bretonne,
Union du Peuple Alsacien, Unitat Catalana.
Nuestros
partidos observadores son:
Lista Per Fiume,
Movimento per l’Indipendenza della Sicilia MIS, MMROP Hungarian Roma Party,
ProDG, Renouveau Valdotaine, Südschleswigscher Wählerverband SSW, Wendische
Volkspartei SLS.
«La libertad
nunca es otorgada voluntariamente por el opresor, debe ser exigida por el
oprimido.»Martín Lutero King
Durante la
legislatura 2004-2009, nuestros 6 eurodiputados (de origen escocés, galés,
vasco, catalán, letón y transilvano) han trabajado duramente en el Parlamento
Europeo y, a través de una alianza parlamentaria con Los Verdes, hemos
establecido una presencia significativa en el Parlamento. Durante la última
legislatura, los eurodiputados de la ALE:
- Han obtenido el reconocimiento del galés, el catalán, el euskera y el gallego como lenguas cooficiales en la UE.
- Han abogado activamente por la creación de una sede única del Parlamento Europeo.
- Han introducido la autonomía fiscal regional en la agenda europea (www.taxautonomy.org)
- Han exigido una acción europea más contundente por lo que respecta al cambio climático, poniendo las fuentes de energía renovables en el centro del futuro energético de Europa, y han respaldado los objetivos 20/20/20.
- Han apoyado la protección y el reconocimiento en ámbito europeo de los productos típicos nacionales y regionales.
- Han llevado a cabo una campaña para obtener una distribución más justa de los fondos estructurales de la UE para las naciones sin estado y las regiones desaventajadas.
Nuestra prioridad
es defender los derechos de los Pueblos de Europa para decidir su propio futuro
y vivir en paz, democracia y en una sociedad plural.
Trabajamos para
mejorar Europa: una Europa de los pueblos.
1. EUROPA
INSTITUCIONAL
Dar competencias
a las naciones y los Estados emergentes.
En la UE está
surgiendo una nueva categoría de entidad política: los Estados emergentes.
Dado que los derechos políticos y jurídicos en la UE están vinculados a la
«estatalidad», las naciones históricas que coexisten en el marco de los Estados
Miembros actuales insuflan aires de cambio a favor de su pleno reconocimiento.
Algunas de estas naciones intentan obtener el reconocimiento de sus derechos
colectivos mediante la creación de su propio estado. La demanda de una consulta
democrática y popular en Escocia, Gales, el País Vasco y Cataluña es un primer
paso en esta dirección.
Los Estados
emergentes tendrán un nuevo papel en el marco europeo. La Unión Europea
debe hacerse cargo de este nuevo reto, como ya lo hiciera con la última
ampliación hacia el este y los Balcanes. Este proceso ha de completarse con
toda normalidad, con un espíritu pacífico y democrático.
La creación de
nuevos estados no implica mayor aislamiento, sino mayores oportunidades. Desde
un punto de vista democrático y proeuropeo, la nación que se convierte en un
estado acerca a sus ciudadanos a Europa y crea mayor transparencia. Cabe
tener en cuenta que la creación de un nuevo Estado revierte en nuevas formas de
cooperación con el Estado del que ha emergido.
La Unión Europea
debe crear las bases políticas y legislativas adecuadas para que sea posible
una ampliación interna, lo que significa adaptar el modelo europeo a la
realidad estratificada en la que vivimos. Basándonos en el principio de la
autodeterminación, en la ALE respaldamos la voluntad de aquellas naciones
que están listas para asumir todas las responsabilidades propias de un Estado
en Europa, así como las que luchan para que progrese la autonomía en Europa.
Se debe promover
una alianza en el Parlamento Europeo entre las naciones sin estado, los Estados
emergentes y los Estados Miembros pequeños, coordinando sus
estrategias. La ALE no aprueba una Europa centralizada dirigida por los Estados
Miembros más grandes. Para restablecer el equilibrio democrático de los
poderes, los Estados pequeños, las regiones y las naciones sin estado deben
colaborar estrechamente partiendo de los principios de solidaridad y
complementariedad.
Urge reformar la
Unión Europea.
Si la
subsidiariedad es verdaderamente un principio operativo en la Unión Europea,
entonces debe ser operativo en todos los niveles, con efecto directo. Esto
significa que la asociación democrática entre los distintos niveles de
gobierno (UE, Estados Miembros y aquellas entidades que estén dotadas
constitucionalmente de autogobierno) debe quedar garantizada por los Tratados
de la UE. Significa asimismo que debe existir el derecho a que todas las
comunidades, los pueblos y los países de Europa gocen de una participación
efectiva en las instituciones europeas.
Precisamente con
vistas a la aplicación del principio de subsidiariedad, la ALE considera vital que
los parlamentos nacionales y regionales participen en el proceso de toma de
decisiones en ámbito europeo, mediante el análisis minucioso de la
legislación comunitaria y de la actuación de los gobiernos de los Estados
Miembros en el Consejo.
Es esencial
reformar las instituciones de la UE —Parlamento inclusive— para crear mayor
apertura y transparencia en la toma de decisiones. El Comité de las
Regiones deberá ser reforzado y reformado para convertirse en un Senado de las
Regiones. La ALE quiere lograr la democratización de Europa, potenciando la
participación de los ciudadanos a través de la elección directa del Presidente
de la Comisión. La consulta a los parlamentos locales, regionales y nacionales
previa a la adopción de normativas y leyes europeas (especialmente cuando
afectan a regiones con minorías o con lenguas menos difundidas) debe realizarse
al principio del proceso de creación de las leyes. Tras aprobar una ley, deben
tomarse medidas para fomentar su conocimiento y aceptación por parte de los
habitantes, las empresas y los organismos que operan en las regiones
europeas.Una ampliación ulterior de la UE no resultará deseable ni conveniente
si no se realizan antes las reformas necesarias.
Sería preciso
realizar una evaluación del sistema Europeo de adjudicación. Existe mucha
crítica acerca de la burocracia que conlleva, los complicados procedimientos y
el tiempo que consume y su efecto final en los precios.
Hacia una Europa
social.
Debe reforzarse
el modelo social europeo como fundamento del modelo europeo de sociedad basado
en la solidaridad: pleno empleo de calidad con igualdad entre sexos en un
entorno de trabajo seguro y saludable, con acceso a servicios universales de
interés general. La Unión Europea necesita renovar su Agenda Social
con acciones e instrumentos reales para erradicar todas las formas de
discriminación de la UE. Buenos ejemplos de ello son las directivas acerca
de la asistencia sanitaria transfronteriza, una directiva sobre trabajo, una
directiva sobre servicios sociales de interés general e iniciativas
transfronterizas sobre las cuestiones relativas a la comunidad romaní.
Ahora más que
nunca, con la crisis mundial de los mercados de capitales, es fundamental
que Europa proteja a sus ciudadanos, incrementando las medidas mínimas
en lo social y haciendo que la reglamentación (en aquellos sectores donde
es necesaria) no se perciba como algo negativo, como por desgracia sucede a
menudo con los dictámenes de la Comisión Europea. La gente lo está pasando mal
a causa del aumento de los precios al consumo, el precio del combustible y los
problemas en el mercado inmobiliario; la crisis del crédito está incrementando
la distancia entre quienes disponen de recursos económicos y quienes tienen que
vivir al día. El Banco Central Europeo (BCE) debe disponer de instrumentos
de control central y de un presupuesto de intervención central con los que
prevenir y solventar las situaciones de crisis monetaria.
Adoptando
medidas que favorecen la igualdad entre sexos se debería promover la apertura
de los mercados laborales de cara a las mujeres. Los servicios de interés
general deben ser más abiertos, especialmente para las personas con menores
recursos. El aumento del precio del agua —que en algunas ocasiones ha alcanzado
el 300% y que, por raro que pueda parecer, se ha debido en algunos casos a la
privatización— es inaceptable. El acceso al agua limpia a un precio asequible
es un derecho de todos. La Unión Europea debe exigir mayores garantías en
ámbito internacional: en lugar de tolerar el fundamentalismo de mercado, hay
que ejercer mayor control sobre el fraude y la inestabilidad de los mercados
financieros.
Deben pactarse a
escala comunitaria una serie de objetivos vinculantes, tanto en términos
cuantitativos como cualitativos. Se debe poner en práctica un Pacto de
Estabilidad Social europeo a fin de alcanzar el pleno empleo, salarios justos,
el bienestar social, la igualdad social, la igualdad entre sexos, la diversidad
cultural y la sostenibilidad ecológica.
2. DIVERSIDAD E
IGUALDAD DE DERECHOS LINGÜÍSTICOS
Respeto y
diversidad cultural.
Según la UNESCO,
a finales de este siglo una buena parte de los 6.000 idiomas que existen en el
mundo estarán en peligro y tendrán buenas posibilidades de desaparecer. Por
consiguiente, la Unión Europea debe reconocer y poner en práctica la «unidad
en la diversidad», respetando la realidad de sus diferentes pueblos
y, en particular, de las naciones sin estado y las regiones que poseen su
propia lengua, historia, características sociales y económicas y aspiraciones
políticas. La Unión Europea necesita superar la mentalidad tecnocrática y
centralista que aún predomina en las prácticas de los Estados.
Únicamente
cuando se obtenga el reconocimiento de todas las lenguas en la UE, se
logrará una representación fiel de la diversidad lingüística y se alcanzará la democracia
lingüística. Las naciones sin estado y las regiones deben tener los mismos
derechos a usar sus lenguas que las lenguas oficiales de los estados. De esta
forma se garantizará que a sus lenguas no se les pueda seguir negando los
mismos derechos que las lenguas oficiales de la UE. Las políticas de la
Unión Europea también deben fomentar la diversidad cultural en la
televisión, los medios de comunicación, la industria cinematográfica, internet,
educación y la radio de las naciones sin estado y las regiones minoritarias.
Las lenguas minoritarias deben poder acceder en condiciones de igualdad a
programas tales como el aprendizaje permanente.
«Todas las
lenguas son libres e iguales en dignidad y derechos. Las lenguas nacionales
minoritarias, las lenguas menos difundidas, las lenguas de las minorías
históricas y las lenguas regionales mayoritarias... todas tienen los mismos
derechos que las lenguas estatales». La ALE solicita una Declaración de
Derechos Lingüísticos de las Naciones Unidas que siga el patrón de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.
El derecho de
petición y el derecho de hacer preguntas en nuestra propia lengua nativa
fortalecen la democracia y son un elemento importante de la transparencia del
poder.
Acogemos con
placer los avances realizados para asegurar que el catalán, el euskera, el
gallego y el galés tengan estatuto de lenguas cooficiales en la UE. Basándonos
en este logro, queremos conseguir que obtengan reconocimiento pleno como
lenguas oficiales, ya que son lenguas europeas históricas, utilizadas a diario
por millones de personas de todas las condiciones sociales y profesionales,
tanto en su hogar como en su trabajo. Es hora de que las oportunidades, los
derechos y los privilegios de los que gozan idiomas como el alemán, el inglés,
el sueco o el maltés se les concedan a aquellas lenguas que actualmente tienen
estatuto de cooficialidad.
«Abogamos
con la misma convicción por la conservación de la ecodiversidad que por la
conservación de la pluralidad, la diversidad y la riqueza de las lenguas. Una
lengua es el medio cultural con el que se construye la realidad, y no un mero
instrumento con el que transmitir información. En el campo de la cultura,
fundamento de la raza humana, la extinción de una lengua equivale a la
extinción de un elemento de la biodiversidad en el campo biológico.»
(Bernat Joan I
Mari, Ecolinguistics)
La ALE promueve
una visión para la educación multilingüe con programas que respalden la
multiculturalidad, la presencia de las lenguas minoritarias en la enseñanza
superior y los intercambios profesionales y de estudiantes en el marco de las
lenguas minoritarias.
Se debe
emprender una evaluación de los programas de aprendizaje permanente en la que
se incluyan las implicaciones que dichos programas tienen en las lenguas menos
difundidas (LMD). La reintroducción de subvenciones previstas para las lenguas
minoritarias es esencial para que las LMD reciban un tratamiento de igualdad.
«La Unión
Europea está al servicio de las personas y las comunidades, ¡no viceversa!»
Nelly Maes
3. ENERGÍA PARA
EUROPA
Sostenibilidad:
medio ambiente y energía.
La
sostenibilidad es un elemento vital de nuestra estrategia política, tanto en el
plano cultural y lingüístico como en el ambiental. Queremos desarrollar
comunidades sostenibles en una Europa sostenible.
La lucha contra
el cambio climático se ha convertido en un ejemplo concreto de liderazgo
europeo. En la Cumbre sobre el Clima de las Naciones Unidas que tendrá lugar
en noviembre de 2009 en Copenhague, Europa tendrá que demostrar su voluntad
de mantener dicho liderazgo. La Comisión Europea debe fomentar la
competitividad en el sector de las innovaciones y la I+D en el sector de las
energías renovables. Una Europa visionaria no puede permitir que la recesión
económica y las crisis monetarias y financieras releguen el cambio climático a
un segundo plano.
Por lo que
respecta a la energía nuclear, la ALE toma una clara posición antinuclear
y desea poner fin escalonadamente al empleo de la energía nuclear en Europa. El
fomento de la eficiencia y la independencia energética y de un uso mayor de las
energías renovables debe ser la piedra angular de la política comunitaria en
materia de energía. No a EURATOM, sí a EURENEW. La ALE exige la redacción de
un tratado europeo acerca de las energías renovables.
Es preciso que
la Unión Europea invierta en las zonas costeras y deltaicas que se verán muy
afectadas a causa del cambio climático y el aumento del nivel del mar, así como
en las zonas de montaña y otras zonas frágiles desde el punto de vista
medioambiental que también sufren a causa de dicho cambio.
Europa sigue
liderando la aplicación del Protocolo de Kioto y el proceso de Bali, mientras
que los EE. UU. (el mayor emisor de CO2) hace muy poco que lo
firmaron. Aún así, queda mucho por hacer. La reducción de la huella
ecológica en Europa de 4,8 hectáreas por persona a menos de 1,8 hectáreas
por persona es esencial si no queremos hacer peligrar aún más el ecosistema
mundial. La Unión Europea debe ser líder en lo que al consumo sostenible
se refiere.
Economía:
vivienda, transporte y turismo.
La UE puede
hacer más en materia de vivienda, haciendo mejor uso de los fondos
estructurales. No sólo debemos encargarnos de los problemas sociales vinculados
al sector de la vivienda en las franjas sociales con menor salario, sino que
también debemos promover activamente la adopción de medidas de aislamiento,
ahorro de energía y vivienda pasiva. Además, debemos tener en cuenta el
papel que la UE puede desempeñar para ayudar a otros niveles de gobierno a
mejorar la disponibilidad de vivienda social y ofrecer opciones de vivienda más
asequible a los más necesitados.
Apoyamos el
objetivo del pleno empleo para todos los ciudadanos, con especial atención al desarrollo
regional y la reconversión de las viejas industrias. Deberíamos ofrecer
sistemas educativos y oportunidades de formación específicos para los grupos
infrarrepresentados, como la gente con menores recursos o los discapacitados, a
fin de mejorar sus posibilidades de acceder al mercado laboral y promover su
movilidad social. El sector del empleo social se puede desarrollar más aún para
crear puestos de trabajo útiles y muy necesarios para nuestras comunidades.
Movilidad
Se debe mejorar
la movilidad física en la UE mediante la creación de redes transeuropeas (RTE).
La ALE propugna una transferencia modal hacia medios de
transporte más sostenibles, con los costes sufragados según el
principio de que «quien contamina paga». El sector turístico, que tiene una
gran relevancia económica, debe orientarse hacia el turismo sostenible.
Somos lo que
comemos.
Nos oponemos al
cultivo de OMG con fines comerciales para la producción de alimentos. Abogamos
por la creación de una legislación más estricta para su etiquetado y
rastreabilidad con vistas a la importación. A breve plazo, la Unión Europea debe
reconocer y desarrollar regiones y zonas libres de OMG. La gran mayoría
de la población europea rechaza los OMG. Por consiguiente, no se trata sólo de
un asunto de salud alimentaria, sino también del derecho democrático de
elegir qué se come y de colocar los derechos de las personas por encima
del beneficio económico.
El estómago
europeo: alimentos, agricultura y pesca.
Reconocemos el
papel crucial que tiene que desempeñar la UE en el fomento del desarrollo rural
sostenible y de las comunidades rurales viables. La producción de alimentos, la
agricultura y la pesca son sectores vitales en este respecto y merecen recibir
el apoyo continuo de la UE.
La Política
Agrícola Común (PAC) precisa una reforma, por lo que acogemos favorablemente la
revisión que está en curso actualmente. Es fundamental que las ayudas
económicas comunitarias estén a disposición de los pequeños agricultores,
las explotaciones agrícolas familiares y las comunidades de pescadores, con
el fin de garantizarles un futuro viable. La agricultura, la pesca y la
ganadería sostenibles podrían prosperar y contribuir de forma importante a
contrarrestar los retos actuales que amenazan la calidad, la seguridad y las
reservas de comida. La ALE solicita a la UE concentrarse más en el bienestar de
los animales en sus políticas.
La producción de
biocombustibles no debe competir con la cadena de producción de alimentos.
Nuestra principal prioridad es proveer alimentos de calidad a todos los
ciudadanos.
El desarrollo de
las zonas ruralesy el turismo deben ser compatibles. La ALE promueve
el uso de productos de calidad, alimentos de origen regional y local y el
concepto de «slow food» como una de las soluciones para el «kilometraje de los
alimentos». Es preciso adoptar normas más rigurosas en el mercado interno
para proteger a los consumidores, sin perjudicar la producción de alimentos
tradicionales, regionales y locales.
El conocimiento,
la investigación y la innovación son el futuro de Europa.
La innovación en
los sectores de la agricultura, la energía y los transportes debe ser la fuerza
motriz que impulsa a Europa hacia un futuro más sostenible. La innovación es
esencial para reavivar el mercado laboral y permitir que Europa pueda hacer
frente al reto mundial que representa el declive o la deslocalización de las
industrias. Los nuevos sectores y las nuevas tecnologías pueden abrir el camino
para el futuro de Europa, a condición de que sean la fuerza motriz utilizada
para convertir a Europa en un continente más social, sostenible y
económicamente autosuficiente. Propugnamos un desarrollo sostenible desde el
punto de vista económico y ecológico, en línea con nuestros recursos y con las
necesidades de nuestras comunidades.
4. EUROPA EN EL
MUNDO
Política
exterior y de seguridad común
El objetivo de
la política exterior y de seguridad debe ser la prevención de los conflictos
y el desarrollo de las comunidades. Alcanzar una paz duradera en Oriente Medio
y otras zonas de conflicto mediante las negociaciones es un requisito
imprescindible para la paz y la estabilidad mundial. La erradicación del
terrorismo no debe poner en peligro el respeto de los derechos humanos.
Asimismo, es esencial realizar un tratado sobre la exportación de armas
y establecer un código de conducta vinculante sobre el comercio de armas.
También apoyamos las actividades de la UE orientadas a poner fin al uso de
armas químicas y biológicas, así como las bombas de racimo y otras armas de
destrucción masiva. La ALE respalda una Europa libre de energía atómica.
ALE exige a la
UE y a sus Estados miembros que reconozcan, impulsen y respeten todas aquellas
regiones y naciones desmilitarizadas y neutrales, quienes están convencidas y
tienen la determinación de permanecer como tales en un mundo inmerso en
incertidumbres y constantes cambios.
Migración
Reconocemos la
inestimable contribución que la migración ha hecho a Europa en términos
sociales, culturales y económicos durante muchos años y pensamos que este
importante aporte continuará en el futuro. Creemos que la migración es un
proceso natural en la vida del ser humano y revierte en nuestro propio interés
que la UE gestione la migración con la máxima eficiencia y eficacia posible.
Asimismo,
reconocemos los muchos beneficios comunes potenciales que derivan de una mayor
cooperación en materia de asilo e inmigración en ámbito europeo, así como el
papel importante que Europa puede tener para favorecer la integración de los
nuevos migrantes, inclusive en las lenguas de las naciones sin estado.
Consideramos
también que tenemos la obligación de sostener y defender el derecho de las
personas a buscar asilo y de proseguir con la noble tradición europea de
ofrecer refugio a los perseguidos.
Solidaridad con
los países en vías de desarrollo.
Puesto que más
1.200 millones de personas sobreviven en el mundo con menos de 1€ al día,
propugnamos la consecución de los ocho Objetivos del Milenio de las Naciones
Unidas y el cumplimiento de los compromisos de Johannesburgo. Para
conseguir paz y justicia, es preciso luchar contra la pobreza y el hambre,
ofrecer acceso universal a la enseñanza primaria y a la asistencia sanitaria,
con especial atención a la lucha contra el SIDA, reconocer los derechos de la
mujer y adoptar políticas a favor de la igualdad de los sexos y, por último,
crear relaciones globales.
La ALE apoya una
visión para la ayuda exterior, políticas de comercio más justas para
capacitar a los países en vías de desarrollo y medidas para contrarrestar
la trata de seres humanos y gestionar los desafíos y las oportunidades que
plantea la migración. En el contexto de la política de exteriores europea,
también abogamos por una mayor implicación de Europa en las operaciones de paz
y en la prevención de conflictos. Es esencial crear una fuerza de mantenimiento
de la paz en el marco de la UE para conseguir una paz sostenible en ámbito
mundial. La ALE defiende un programa de inversiones para África con el objetivo
de hacer un uso eficiente de la energía solar, de forma que estos países
dependan menos de los productores de petróleo.
Para que no se
repitan los fallos ocurridos con las anteriores formas de ayudas al desarrollo,
es preciso reforzar la coherencia de los tipos de medidas adoptadas por las
distintas entidades (UE, Estados, ONG, etc.). Es de fundamental importancia
establecer una estrecha relación y crear sinergias entre el desarrollo y la
seguridad, el desarrollo y la migración, el desarrollo y la protección del
medio ambiente y la integración entre el comercio y el desarrollo. Esto debe
alcanzarse por completo en lo que respecta a los derechos humanos, de forma
eficiente y transparente y creando sinergias entre el Norte y el Sur.
Los programas de
desarrollo deben respetar a fondo las raíces culturales de la población, así
como los gobiernos de los países en vías de desarrollo deben respetar los
derechos humanos. La aplicación de las leyes humanitarias es la piedra
angular en la que se cimienta un mundo justo y equitativo. Nos oponemos con
firmeza al incumplimiento del respeto de los derechos humanos en las potencias
económicas emergentes, tal como la China.
Su voto nos
permitirá seguir reivindicando los siguientes puntos críticos en el Parlamento
Europeo:
9 propuestas
para UE2009
1. Un código de
conducta vinculante sobre la exportación de armas y un tratado sobre armas
2. Más recursos
económicos para la protección de las costas, las zonas de montaña y otras áreas
frágiles desde el punto de vista medioambiental en Europa
3. Reforma
radical y democratización de las instituciones de la UE
4. Legislación
sobre los derechos de las lenguas minoritarias en la UE que incluya el sector
privado
5. Legislación
europea para fomentar el aprovisionamiento local de alimentos
6. Sustitución
de Euratom con Eurenew
7.
Multiplicación por 10 de los intercambios universitarios intraeuropeos (del 2%
al 20% de estudiantes Erasmus)
8. Más
inversiones en innovación, investigación y desarrollo para cumplir con los
objetivos estratégicos de Lisboa
9. Decisiones
conjuntas por regiones en materia de distribución de los fondos estructurales
OTRO REIVINDICANDOS DE ALE:
· Más inversiones en fuentes de energía renovable
· Una
legislación que impida la explotación de los trabajadores
· Fondos
europeos para contrarrestar la pobreza y la falta de vivienda
· Incremento de
la ayuda al desarrollo
· Medidas para
luchar contra la trata de seres humanos
· Creación de
una fuerza comunitaria de mantenimiento de la paz
· Creación de
una Agencia Europea de Donantes de Órganos para coordinar la donación de
órganos
· Creación de un
programa de fomento de intercambios culturales, educativos y profesionales
entre hablantes de lenguas minoritarias
· Abolición de
la necesidad de disponer de dos sedes para el Parlamento Europeo
· Rápida
integración de los migrantes mediante el uso del idioma regional y la mejora de
su situación laboral, para impedir la explotación y la discriminación
· Reducción del
impacto del tráfico en tránsito por zonas frágiles ecológicamente
· Facilitación
de las condiciones de navegación en internet (con el plan de intervención
europea en las tarifas de telefonía móvil)
· Fomento de la
creación de campañas sobre salud y alimentación en los centros escolares y
universidades de la UE (con un plan de consumo de fruta gratuita en las
escuelas)
· Creación de
entidades territoriales comunitarias en las regiones fronterizas
· Ampliación de
las infraestructuras de transporte transfronterizas
· Creación de
programas europeos para contrarrestar el despoblamiento de las zonas rurales y
para promover las inversiones en dichas zonas y su desarrollo progresivo
Barcelona, marzo
de 2009.
Door Günther Dauwen 10/05/2009 - categorie : Official Documents -
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